miércoles, 3 de diciembre de 2014

Una pincelada afgana

http://lavozdelmuro.net/esto-es-afganistan-ahora-pero-cuando-veas-como-era-en-el-pasado-no-lo-creeras-1/

Antes de leer, ver, mirar este vídeo y luego hablamos. 

No es por nada, ES PARA COMPRENDER Y DEBATIR.

¿Ya? 

Pues empecemos. 

Infinidad de veces me he preguntado cómo una persona puede soportar la anulación de su identidad como persona hasta el extremo de que te convenzan o te autoconvenzas de que dejes de ser, así de simple, DEJAR DE SER. 

Evidentemente después de ver el vídeo aún lo entiendo menos. 

Yo había llegado a la conclusión de que quizás las mujeres áfganas o de algunos otros lugares regidos por musulmanes radicales, no habiendo conocido otra vida y aleccionada desde la cuna, daban por sentado que esa manera de mostrarse a los vecinos, amigos, conocidos etccc es la correcta y ya, no tiene mayor importancia. 

¡Ahhhh, pero el tiempo demuestra que las cosas no son siempre así! Es decir que al tiempo y gracias a las redes sociales tengo la oportunidad de ver cómo mujeres adolescentes, adultas, madres, abuelas.... sí tuvieron otra vida, sí pudieron decidir qué estudiar, cómo vestir, con quien relacionarse, tener aspiraciones de futuro y hablamos de hace sólo 50 años. 

Ahora es cuando de verdad no comprendo nada. Medio mundo estaba luchando por conseguir lo que estas mujeres ya tenían además de un reconocimiento mundial por sus quehaceres, ya fuera en moda, en el terreno científico, en su casa, en sus fiestas..... es decir que de llevar una sábana cual fantasma nada de nada.

¿Qué ha pasado para que una persona pierda su libertad de esa manera?

No tengo las ideas claras en cuanto al proceso de cambio porque realmente no me he documentado, pero me remitiré a explicar lo que creo que ha podido pasar, todo ello siempre bajo mi prisma y mi  mirada.

Así pues puedo decir "cuanto daño ha hecho a la humanidad la religión" incluso puedo llegar a plantearme una pregunta ¿De verdad necesitamos la religión?

Porque al final me parece una burda manera de los hombres a lo largo del tiempo de imponerse por la fuerza e implantar sus condiciones sobre el género femenino.

Si hablamos de Cristianismo, hablamos de la supremacía del hombre por el hombre. El hombre único poseedor del derecho a divulgar la palabra de Dios, a trepar en el escalafón inventado por el hombre hasta llegar al más alto nivel "El Papado", sólo hombres??? no, hicieron un hueco pequeño para las mujeres servidoras de Dios que también sirven a estos hombres, son las cuidadoras, limpiadoras, y ves a saber qué más de esos hombres eclesiásticos. Vamos que como ellos son portadores de la palabra, el resto del trabajo para las mujeres de su entorno.

Si hablamos de Budismo, más de lo mismo, ellos son los monjes, los dadores de la palabra, los transmisores del verbo.... no hay mujeres

Si hablamos de Musulmanes, aún sabiendo poco está a la vista, los hombres se reúnen, los hombres hablan, los hombres se visten con ropas "normales", los hombres estudian el Corán, los hombres salen a la calle libremente y se asocian y discuten y.... nada más. Como siempre el trabajo para las mujeres pero cuidado debajo del yugo, debajo de un saco por más que sea de un lujo exquisito en ocasiones, y no estudies mujer no vaya a ser que comprendas que todo se reduce a porque yo lo digo.

Si nos decantamos por el judaísmo, más de lo mismo, ellos son los que estudian la Torá, la interpretan y en eso basan su vida.

Por todo ello y por tantas otras religiones o corrientes que no conozco o que no recuerdo, cada vez se apodera más de mi el escepticismo y la desconfianza en el ser humano.

Más concretamente en el género masculino.

De verdad, todo acaba por reducirse a que la mujer tiene el poder innegable de dar vida y contra esto nada puede compararse y el hombre no se cansa de inventar maneras de posicionarse por encima de la mujer y declarar su hegemonía, empleando en muchas ocasiones cualquier maniobra sea o no lícita.

Vamos, como yo lo veo, y volvemos a las mujeres afganas del principio, qué les queda a ellas? parece que sólo servir callando a los hombres de su casa, comer cuando sólo quedan sobras incluso después de que todo el mundo se haya saciado, vivir si te lo permiten, vestirte con ropas anodinas, salir sólo si te vigilan, parir tantos hijos como concibas sin tener derecho a placer alguno porque claro, en esto no había hecho incapié, en la ablación. 

Así podría seguir casi hasta el infinito porque si me paro a pensar, cada poco se me ocurre una nueva afrenta hacia el género femenino. 

No soy feminista creo, pero en ocasiones me inflamo por algunas injusticias y deseaba compartirlo.