sábado, 14 de noviembre de 2015

“Paris vaut bien une messe”

"París bien vale una misa"
Es una frase que me ha venido de repente a la cabeza. 
La pronunció Enrique IV en 1598, después de 58 años de guerras de religión entre Católicos y Protestantes que culminaron con el Edicto de Nantes con el que se permitía la libertad a los Hugonotes y la coexistencia de ambas religiones en Francia.
Enrique IV era Protestante y tuvo que convertirse al Catolicismo para poder acceder al reinado siendo el primer rey de la Casa de Borbón y uno de los mejores monarcas que ha tenido Francia.

Más información| CONSTANT, J.M., Les Français pendant les guerres de Religion, 2002

Es otro tiempo, en otro contexto... misma cosa... Guerra de Religión, esta vez provocada por los seguidores de Alá

Me niego a considerar religión a esta barbarie.

No puedo concebir conscientemente que haya quien en aras de su pretendida libertad de creencias arrase voluntariamente la vida de tantas personas y además se inmole evitando así su juicio.

Quiero pensar que la religión sea cual sea su procedencia, su cultura, su emplazamiento, sus raíces, sea algo intangible que nos ayude en los malos momentos y nos alivie las penas de la vida.

Quiero pensar que algo superior a nosotros vela por nuestro bien aún cuando sea algo que sólo habite en nuestro corazón y en nuestro pensamiento.

Quiero pensar que la religión sea bondad y amor a nuestros semejantes.

Quiero pensar que da lo mismo cual sean los fundamentos mientras sean leales a la gente.

Pero ME NIEGO y lo digo con mayúsculas que viene a ser como si lo estuviera GRITANDO a aceptar que una religión (con minúsculas) fomente tal cantidad de odio y fobia hacia cualquiera que no acate sus mandatos.

ME NIEGO a mirar con buenos ojos a todas esas personas que amparados en sus creencias intentan por la fuerza que acates su manera de ver y vivir.

ME NIEGO a que la gente circule libremente por las fronteras de allá donde sea que no sea su tierra.

Y ME NIEGO porque son mayoría los que se segregan, los que nunca se adaptan a los países de acogida o a las costumbres de esos países.

Y ME VUELVO A NEGAR aún a riesgo de parecer xenófoba, a que toda esta gente que siembra tanto odio, y que a toda costa quiere que se hagan las cosas como ellos quieren y que pretenden imponer su voluntad allá donde fueren y que no ven con buenos ojos cualquiera costumbre que no sea la suya, vengan a nuestra casa y provoquen tanto DOLOR.

Si esa es su forma de vivir, pues bien, que la vivan en su país de origen y si el problema es que no tienen medios de subsistencia, pues que los busquen, que piensen, que se formen en escuelas, que aprendan, pero en su país, donde sus costumbres bárbaras son la norma del día y son acatadas con fanatismo religioso.

No quiero profundizar más porque seguro que no sería imparcial y tampoco quiero ponerme a su altura. 

Sí al cierre de fronteras, sí a que se acabe la libre circulación que tantos problemas nos está dando. Total ¡qué se pierde! que tengamos que volver a entregar nuestra documentación cada vez que queramos movernos a otro sitio, pues sí. 

Pero quizás si uno se para a pensar en las consecuencias que ha tenido para el mundo civilizado esa libre circulación, demos por bueno perder algo de tiempo enseñando nuestra filiación en lugar de entrar con miedo en un tren, estar 2 o 3 horas antes en un aeropuerto mientras te desnudan y te cachean, andar por la calle (según el barrio) sin saber a donde mirar y deseando salir de allí o darse uno cuenta cómo la identidad de tantos sitios se ha perdido al desaparecer esas tiendas de barrio de los vecinos de toda la vida sustituidos por ..... ya sabéis.

QUIERO VIVIR SIN TEMOR.


sábado, 24 de octubre de 2015

LA CUARTA MADRE

¿Cuántas madres puede tener una persona? ¿Cuántas mujeres puede uno considerar que han sido su madre?

Está claro que madre biológica sólo una, hasta aquí todo normal. Pero la realidad normalmente es más grande y asombrosa si uno se para a pensarlo.

Mi hijo Gerard ha tenido cuatro (alguna más, pero cuatro son las que han marcado su primera infancia) y en este punto comienza una explicación necesaria...

Yo soy su madre biológica, por supuesto. Es un hijo pensado y madurado, deseado por mi marido y por mí, no digamos ya por su hermana que siempre pensó que se quedaría sola.

Tenía 38 años cuando nació y llenó nuestras vidas de amor, de color, de olor a nuevo, ese olor especial que desprenden los bebés durante sus primeros meses de vida.

Sin embargo mi otra vida, la de madre trabajadora llamaba a la puerta poco, muy poco tiempo después de nacido y aquí es donde entran en escena las otras madres.

La segunda madre, sin duda, ha sido su hermana. Ha cuidado de él en multitud de ocasiones, le ha ayudado a crecer, ha jugado, ha estudiado, lo ha llevado a todas partes y ha crecido con él, aunque también lo ha sufrido...  como una madre.

La tercera madre ha sido mi madre, o sea su abuela que lo ha criado todos los días y todas las horas que estando yo trabajando no podía ocuparme de Gerard, y han sido muchas os lo aseguro.

Y luego están las otras madres...

En el caso de Gerard que tuvo que ir a la Guardería desde los cuatro meses os podéis imaginar la cantidad de ellas que han pasado a su alrededor....

Sin embargo debo decir que hubo una persona que le marcó también mucho, muchísimo y no es otra que su profesora de preescolar, Elvira.

Ella fue una de las primeras personas que le dio tiempo para crecer con su propio impass, aprender las cosas cuándo su propio ritmo le íba marcando, sin agobios, poco a poco.

Recuerdo muy especialmente el problema con las vocales, Gerard no conseguía ordenarlas debidamente e incluso las repetía sin conseguir coordinarlas cuando el resto de sus compañeros lo hacía perfectamente y todo ello a pesar de que él era el mayor de la clase.

Nos preocupaba, la verdad, pero Elvira nos dijo que no debíamos ver en ello un problema, que cada niño es diferente y que había que dejarle su espacio y su tiempo. Un buen día sin venir a cuento de nada ordenó correctamente las vocales y hasta hoy. 

Entonces, vamos a colocar cada cosa en su sitio. 

La madre es esa persona que se ocupa de alimentar al hijo, vestirlo y calzarlo, bañarlo y cuidar de su salud, guiarle y enseñarle, estar a su lado cuando aprende a comer, a andar...

Así pues, estará todo el mundo de acuerdo en que todas las personas que he citado somos madres un poco cada una, de Gerard y todas hemos aportado algo en su vida.

De la aportación de su hermana y su abuela no puedo sino estar orgullosa de su entrega y disposición, del cariño y responsabilidad que han tenido con él. 

Esto pretende ser un homenaje a todas esas otras "madres" no biológicas pero tan entregadas en su profesión de educadoras que bien se merecen el título, y si tenemos en cuenta la cantidad de horas que cada una de las madres dedicamos a nuestros hijos va a empezar a ser difícil determinar quien merecería más el título, no creéis?

Tan importante es parir un hijo como acompañarlo en su vida, como educarlo, como enseñarle las maravillas del mundo en que vivimos o los desastres naturales si nos place, enseñarle a leer y descubrir los miles de mundos y situaciones que encontrarán dentro de su imaginación, lo que se esconde en la punta de un lápiz de color guiado por una mano infante o vigilar que no se haga daño en el patio del colegio igual que haríamos en el parque ¿no?

In Memoriam, Elvira.

domingo, 18 de octubre de 2015

AMPLIANDO HORIZONTES.... PERSONALES

A estas alturas de la película me doy cuenta de que siempre hablo en primera persona, es decir, yo, y que eso supone una buena dosis de egocentrismo pero es que es lo que más conozco o no.

En fin que creía que ya no iba a cambiar y estaba equivocada.

He dedicado toda mi vida adulta a mi familia, primero con mi marido aprendiendo a vivir y después con mis hijos hasta que han sido mayores y parece que este año he decidido que ya es hora de un poco para mí.

Lo que más me asombra es que tanto mis hijos como mi marido me animan a que siga, que no pasa nada, que haga lo que me gusta y que no siempre tengo que contar con ellos para hacerlo.

Yo (otra vez yo) pensaba que no tocaba, que no podía, que no estaba bien etc.. tooooodo excusas.

En fecha anteriores ya comenté la semana de vacaciones con mis padres en el pueblo mientras mi marido quedó aquí en casa porque ya estaba trabajando, el viaje a Valladolid con mi hijo, la soltura que he adquirido en el manejo del coche, en fin que fue toda  una experiencia.

Bien pues a la vuelta he retomado la amistad con unas chicas (de mi edad, pues eso, chicas, jajajaja) que había dejado de lado desde Semana Santa entre otras cosas porque mentalmente no andaba yo muy equilibrada.

Ahora me siento fuerte, me encantó el recibimiento que me dispensaron y me di cuenta de que las había echado de menos. Somos el grupo de las Fridies (porque nos juntamos el viernes) y pasamos un par de horas tomando una cerveza o una copa de vino y unas patatas bravas y hablando de nuestras cosas, de nuestros hijos, del trabajo o de la situación personal de cada una que abarca a padres, hermanos y demás familia o de la noticia de la semana... en fin que variedad de tema si que hay.

Tenemos en el grupo algunas deportistas que no dejan pasar día sin hacer sus recorridos por los caminos de Corbera ya sea caminando o corriendo, las que se apuntan a cada carrera que se prepare, la que va a zumba y las que somos sedentarias y no hay quien nos levante el culo de la silla. Somos un grupo heterogéneo y muy bien avenido y estoy encantada de pertenecer a él.

Hace un par de semanas Concha me dijo que se había apuntado a un grupo que hacía salidas al teatro de Sant Andreu de la Barca y que comprando las entradas en grupo salía más económico, así que sin pensármelo dos veces le dije que yo también me apuntaba sin saber muy bien qué íbamos a ver. Hace 5 años que inauguraron el teatro y aún no había encontrado el momento de ir y eso que lo tengo a 5 minutos de casa. Vergonzoso teniendo en cuenta lo que me gusta culturizarme, pero ya está solucionado.

El sábado por la noche fuimos a ver "The Funamviolistas" un espectáculo de música, de arte, en el que se combinan escenas de humor, de tristeza y alegria, el mimo en otra dimensión, la amistad y la desesperanza de tener un destino incierto. Todo ello rodeado en todo momento por la música y alguna canción, solas las tres protagonistas con sus instrumentos en el escenario prácticamente desnudo. Solas con su música que todo lo llenaba y vestía, con un juego de luces que dejaba en sombras todo el escenario o una penumbra y la música.... que se metía por los poros y los oídos y que casi podías sentir en las yemas de los dedos y expandiéndose por los pulmones llenos de aire contenido.

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Disfruté muchísimo del espectáculo, de la libertad de una misma. Acostumbrada como estaba a llevar siempre al lado a los hijos, hacer algo por una misma mirando sólo por una misma, es .... LIBERADOR.

Todo tiene su tiempo y ahora que los hijos son mayores vuelvo a tener un poco de espacio para mí y me gusta. Además tengo un compañero de viaje que como yo a aprendido a tener su propio espacio sin interferir ni obligar, cada uno su espacio y que hoy por hoy me anima a hacer esas cosas, pequeñas o grandes cosas que hasta ahora no hacía. 

Ya tengo programada próxima salida, será con el mismo grupo de teatro, al mismo teatro, pero en esta ocasión para ver "Madame Butterfly" dentro de mes y medio aproximadamente, que tampoco me voy a volver loca y a salir cada día. 


Dicen que "lo bueno si breve, dos veces bueno", así que la nueva condición de salir, es salir pero en su justa medida, para disfrutarlo más el día que se sale. 

¡Ahhh pero no ha sido ésta la única salida de la semana! Ha sido casualidad, y así como el teatro podría haberlo obviado, ésta salida NO. 

Mis primos Isabel y Joan han presentado un nuevo libro y yo no podía perdérmelo. No había ído nunca a ninguna presentación de ellos ni de otros y la verdad es que además de "fer costat" (estar a su lado en el momento) tenía también curiosidad por ver cómo se desarrollan estos eventos.

Pues...fue emocionante, ver como explicaba en este caso Joan que está más práctico en la exposición verbal ayudado con unas diapositivas, los diferentes capítulos del libro y lo que podemos esperar y encontrar en el mismo. El dominio que tiene del tema... podría haber explicado todo sin ayuda de nadie porque todo lo tiene interiorizado, experimentado, buscado y plasmado en las páginas, en las fotografías, en los dibujos. 

Me enorgullece tener en mi familia a estas dos personas tan inteligentes, tan dispuestas al trabajo y al estudio ya sea entre libros o en el trabajo de campo.

Se me olvidó decir que son Biólogos ambos y que sus libros versan sobre temas naturales, animales, costumbres, hábitats etc... y por tanto cada uno de los libros que llevan editados son como hijos, fagocitados y vomitados para compartirlos con todos nosotros.

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En fin, una semana intensa y aunque parezca extraño, todo en casa fluye magníficamente. 

lunes, 5 de octubre de 2015

DE PERSONAS Y ANIMALES

Yo reflexiono, mucho, muchas veces, soy de pensamiento lento. Hablo conmigo misma aunque no siempre me entienda, y los temas pueden ser de lo más variados; un día de caracoles, otro del tiempo o de una persona, o de un libro o de los pensamientos de unos y otros o de las oportunidades perdidas... no hay límite y tan sólo depende del momento en que me encuentre.

Mi cabeza siempre está activa aunque parezca que me encuentro in albis. 

No paran mis pensamientos de dar vueltas y más vueltas, así quisiera yo que fueran mis piernas, que tuvieran tantas ganas de no parar en lugar de ser dos extensiones siempre cansadas y con ganas de silla.

Aún a veces cuando algo llamó mi atención y discurre mi mente por ello, de repente.... zasssss me salpica aquella palabra, el nombre de ese personajillo televisivo o el del locutor de radio que hizo aquél comentario o el deportista que ganó tal o cual campeonato. Es decir que mi cabeza es capaz de andar conscientemente pensando algo y por la trastienda se cuelan otros pensamientos a la par que por los ojos entran paisajes y miradas, por los oídos ruidos y sonidos, por el olfato... por el tacto... cuan complicada en la mente humana, no creéis??

Sin embargo, a veces, algo me impresiona tanto como para compartirlo, como es el caso de hoy.

Estoy, estamos, hartos todos de violencia, superficialidad, egoismo, imágenes de la calle o de los medios o de los vecinos si nos ponemos a ello que nos hieren a diario y no por más o menos dolorosas el impacto es mayor o menor, más bien creo que todo a muchos nos empieza a resbalar y miramos para otro lado por eso, por hartazgo puro y duro. 

Es tanto lo que se ve y se oye, y a veces tan cercano que acabas por no darle la importancia que merece e incluso en más de una ocasión nos hace parecer frívolos porque hacemos eso mirar para otro lado. 

A fuer de ponernos melodramáticos ¿es posible que aún siendo ya tan insensibles encontremos algo que nos remueva corazón y conciencia?  Pues debo decir que sí.

Así pues paso a relatar que es eso que me ha calado tanto....

Nos situamos en el día, domingo de hace una semana, 27 de Septiembre, temporada de setas, en casa somos apasionados por las setas, tanto más buscarlas que comerlas.

Tanto es así que para llegar a donde vamos tenemos que madrugar un poquito, a las 5 de la mañana todos en pie, nos espera un día estupendo, en familia, mi marido, mi hija y mi yerno, mi hijo y yo, la consabida tortilla de patatas, el termo de café, el bocadillo de media mañana, en fin ya os hacéis una idea, setas no sabemos si vamos a encontrar pero parafernalia la llevamos toda, incluyendo -cómo no- las cestas y navajas al uso.

Bueno, llegados al sitio comenzamos a movernos por las laderas en busca de los preciados tesoros y casi nos da  igual la variedad siempre que sea comestible, que llevamos ya tantos años de exploradores boletaries que nos sabemos cada pino, cada recodo y cada de todo.

Desde hace unos años en lugar de las terneras criadas en semi libertad en los pastos de alta montaña, los que pastan son yeguas en ocasiones con sus potrillos, disfrutando de los días otoñales y de los pastos verdes y húmedos por el rocío nocturno.

Entre una y otra ladera nos cruzamos con una yegua enorme, tan grande y con una barriga descomunal que una no sabe si es que la raza es así o es que está preñada de otro potrillo. Porque lo que es esbeltas no son esas yeguas, son como la foto que os pongo. 


Lo que sí tengo claro es que la yegua con la que nos dimos de cara era la jefa de la manada, de tanto en tanto mientras pastaba nos vigilaba, no nos quitaba ojo, a pesar de que debió darse cuenta de que éramos totalmente inofensivos.

Aún y así iba relinchando y dando avisos al resto de la manada que se hallaban más abajo en un bebedero.

Nos quedamos mirando como se marchaban de la charca según nosotros nos acercábamos a ella y comentábamos la belleza de tales animales, eran no sé unas cuantas, quizá 5 o 6 yeguas adultas y 2 o 3 potrillos. Nos miraron y decidieron que no les importábamos, así pues siguieron su camino ladera arriba.

Apenas pasaron unos minutos cuando de un camino adyacente sentimos el galopar alocado de unos cascos y a poco nos aparece un potrillo similar a los anteriores, corriendo desbocado, totalmente enloquecido y relinchando sin parar, dejando traslucir en su relincho un gemido que erizaba la piel.

bajó el camino como digo desbocado, recorrió el prado dando cabezadas arriba y abajo, subió a la carrera por otro camino hasta perderse de vista que no de oído. Aún tardó algún que otro minuto más en sentirse la respuesta de la madre, no la vimos volver en ningún momento aunque estaba integrada en la manada que acabábamos de ver, lo que sí se oyó claro y fuerte fue esa respuesta al hijo perdido.

Volvió el cachorro en su carrera a pasar por delante de nosotros, yo creo que sin reparar en ello, en busca de su madre, ya con un relincho más suave como de conocimiento y entendimiento de "te he encontrado madre, ya sé dónde estás"

Nos dejó mudos un segundo y al siguiente se desataron las lenguas comentando la desesperación del animalillo al saberse sólo e indefenso en tan basto espacio.

No he podido quitármelo de la cabeza, es una imagen de esas que se quedarán grabadas a fuego en la memoria. 

No sé explicarlo mejor pero esos segundos representaron como pocas veces la desesperanza, el miedo, la soledad.... y eso teniendo en cuenta que son animales que casi nada más nacer se ponen de pie y a correr.

Dimos vueltas, recorrimos caminos, cogimos setas.... pero este día será recordado por siempre con "os acordáis del potrillo que había perdido a su madre..."












domingo, 30 de agosto de 2015

El mejor Regalo

Estas han sido unas vacaciones peculiares, distintas de tantas otras vividas y con ésta van 52.

Empezamos con unos días compartidos con mi hija y mi yerno, y por lo escasos fueron intensos, del Delta del Ebro al Pirineo pasando por una jornada de pesca para caer rendidos los dos últimos días cada cual en su casa. Sin embargo nada hay más enriquecedor que esos momentos compartidos que relees sin cesar según pasan los días, o acaso cuando nos juntamos rememorando lo que vimos, hicimos, pasamos, y eso es vida, la nuestra de padres disfrutando de los hijos y los hijos dejando un hueco en sus vidas para compartir con nosotros.

Sea como sea, todos ganamos.

Unos días más ya solos los tres (mi marido, mi hijo y yo) seguimos disfrutando de momentos de pesca, de playa, de paseos y antes de darnos cuenta se agotaron los días comunes de vacaciones.

Pero aún quedaba la última etapa y ha sido el colofón de unas vacaciones inolvidables.

Allá por Julio pensé en hacer un viaje a Valladolid, tierra de mis ancestros y aprovechar que mis padres íban al pueblo para ir nosotros también (mi hijo y yo), cada uno con su coche porque ellos se quedan hasta Octubre y nosotros sólo teníamos unos días y además nunca había hecho yo un trayecto tan largo conduciendo.

Con algún que otro percance afortunadamente sin importancia se desarrolló el viaje con lo que me demostré a mi misma que sí soy capaz, de esto y muchas otras cosas.

Este viaje ha sido un reto para todos y todos salimos victoriosos y reforzados del mismo, y ahora me explico.

Son contadas las ocasiones en que he ido sola a algún sitio desde el día en que me casé e incluso hasta hace poco era para mí impensable tal circunstancia, los impedimentos me los ponía yo sola que conste. El tiempo te hace ver las cosas de otras formas distintas y lo que ayer era una quimera puede trocarse hoy en realidad.
Ha sido también un viaje introspectivo y algo interior durante el que mi hijo ha adquirido alas y ha comenzado a despegar hacia su vida independiente, que me ha servido para echar mucho de menos a mi marido y compañero de viaje y también me ha servido para disfrutar de momentos de soledad en el sentido de ocuparme de mí misma y de mis necesidades o de mis apetencias.

Mis apetencias.... hace ya mucho tiempo que quería ver a alguna de mis compañeras del curso de Bakery pero al estar tan distantes era algo difícil de coordinar. Esta semana me dió la oportunidad de ver a dos de ellas, mis queridas Anna y Ana de Segovia. 

Encontrarnos, recordar los momentos vividos, ponernos un poquito al día de la vida de cada una, de lo que hacemos o esperamos hacer, en fin, un día memorable y entrañable, de esos para recordar mucho tiempo.
Parece mentira, fueron sólo 15 días de convivencia y nos han marcado para siempre. Los abrazos que nos dimos dejan patente constancia de ello.

Ahhhh y la promesa de encontrar algún día para acercarnos a algún punto intermedio las que podamos y pasar aunque solo fuera 1 día juntas. 

Puestos a recordar la palma se la ha llevado la fiesta de Pedrajas de San Esteban (el pueblo de mi padre), hacía 38 años que no íba a las fiestas y recorrer las calles con las talanqueras puestas, los banderines, la gente engalanada con sus trajes blancos y la banda roja a la cintura y el pañuelo al cuello, me han hecho no retroceder que es imposible, pero si recordar mis años de juventud a través de los ojos de mi hijo que ha disfrutado como solo se puede hacer a su edad.

Y ahora toca ponerse sentimental, un poquito. Tengo la gran fortuna de tener vivos a mis padres y la gran suerte de haber estado en contacto muy muy directo toda la vida, porque al trabajar con mi padre juntos en la misma empresa ha sido un codo a codo siempre y una estupenda relación. Y mi madre... mi madre ha criado a mis hijos mientras yo trabajaba porque su tiempo se dividía entre el colegio y su casa y yo los recogia cuando terminaba, pero además iba a comer todos los días hasta que tuvimos que cerrar el taller, es decir que en realidad me marché de casa a los 49 años... ya está bien, no?

Eso también quiere decir que mi relación con ellos no ha sido en estos años tan frecuente como era o como desearíamos que hubiese sido y desgraciadamente el tiempo no perdona y se agota, así que esta semana que hemos pasado juntos ha sido intensa y especial.

Además no hemos parado de hablar de mil y una cosas, trascendentales o livianas pero hablar como habíamos hecho siempre durante las comidas diarias. 

Uno no es consciente del paso del tiempo cuando tienes días de asueto por delante y parece que no tienen fin, pero lo tienen y la despedida fue más emotiva de lo esperado.

El viaje de vuelta sin problemas y la llegada a casa... me parecía imposible haber sido capaz de hacer tal hazaña y la recompensa al final del camino, mi queridísimo marido, mi compañero me esperaba en casa con los brazos abiertos y con la mirada nos lo dijimos todo. Abrazos, mimos y besos.

Por eso y por mil detalles más estas vacaciones han sido EL MEJOR REGALO.




martes, 16 de junio de 2015

LEYENDO BARCELONA

A bote pronto quizás no se entiende bien lo que he querido decir, así pues, voy a explayarme  un poco.

De mi afición a la lectura poco os voy a descubrir, que ya sabéis que soy lectora compulsiva, pero sí de que mi tema preferido es la Novela Negra, esa en la que la trama es enrevesada con muchos o pocos personajes pero que dejan traslucir sobre todo la malignidad de algunos seres humanos y la capacidad de dilucidar los problemas hasta dar con las soluciones los otros seres humanos.

Me encantan los nudos, enrevesados, a través de los que conoces la capacidad de las personas para relacionarse o no, para pensar o idear buenos y malos planes. Las últimas páginas de cualquier libro en las que se desvela por fin el porqué de todo lo acaecido entre las páginas anteriores y que te obligan a ralentizar la lectura porque ves cerca el fin de un deleite máximo. 

Las diferentes calidades de las personas, sus cualidades... y en los últimos tiempos me estoy decantando por un tipo de novela que diría más costumbrista, en la que tan importante es el personaje como su entorno que a la postre es lo que condiciona muchas veces su vida o el recorrido de la misma.

Y aquí es dónde entra Barcelona... es la ciudad de mi vida. No he vivido nunca en la ciudad, soy sólo visitante, usuaria, paseante a veces, circulante otras, estudiante ... en otras épocas o quizás otras vidas de tan lejano en el tiempo, y desde hace unos años soy descubridora.

No es que me ponga un Salacot y mapa en mano vaya por los rincones, sino más bien que buceando entre las páginas de los libros, en los últimos tiempos, he empezado a conocer otras facetas de esta ciudad nuestra y de las gentes que han hecho de ella lo que es hoy. 

Estamos en esas fechas en las que los lectores ávidos de nuevas aventuras nos preguntamos con qué vamos a amenizar las tediosas tardes de verano y por eso quiero compartir algunos de los títulos que me han marcado estos últimos años. A través de tantas y tantas páginas he visto evolucionar Barcelona desde su época medieval hasta la posguerra de la guerra civil española. 

Sus gentes venidas de todas partes del mundo ya en esos tiempos lejanos, es decir un mosaico de personas parecido a un trencadís que han conformado el alma de esta ciudad.

Con La Catedral del Mar (Ildefonso Falcones - 2.006 ) además de aprender mucho, muchísimo de los oficios de la época, de las construcciones que han perdurado hasta nuestros días, de los barrios antiguos de Barcelona, de cómo se separaban las clases altas y bajas y de obreros y de orfebres y artesanos, de sus usos y costumbres.... algo que me impresionó fue que la playa de Barcelona era de tan bajo calado que los barcos de mercancías debían quedar anclados a distancia y efectuar los transportes en otros más pequeños que pudieran arribar a la playa donde las gentes ayudaban a descargar o a sacar las barcas hasta la arena. Es un pequeño detalle, pero si nos paramos a pensar en la magnitud del puerto de esta ciudad, el tránsito de embarcaciones de todo tipo que hay a diario y por último los inmensos cruceros que vienen recalando con miles y miles de pasajeros que transitan por las calles de Barcelona dotándolas de un colorido y una verborrea también multicolor.
Tan intenso es el relato de esta novela que ha provocado incluso recorridos guiados por algunos de los lugares trascendentales que todavía hoy se pueden admirar. 
Si aún no la habéis leído, tenéis una deuda importante con vosotros/as mismos/as y no os podéis imaginar los momentos de deleite que os esperan.

Prométeme que serás libre (Jorge Molist - 2011) La aventura de este libro comienza en Llafranc con la invasión de unos piratas, un relato intenso que nos deja indefensos cuando atacan a los más desvalidos. La acción se trasladará a Barcelona, a Cerdeña, a Sicilia, Nápoles, Roma y Génova y a través de estos lugares conoceremos los tan diversos personajes, algunos recién salidos de la imaginación del autor y otros magníficamente adaptados al relato siendo como fueron personas reales. La labor de documentación de esta novela fue sin duda impresionante.

Te daré la tierra (Chufo Llorens - 2008) La Barcelona medieval es el escenario donde se desarrollan las historias de amoríos, pasiones y los esfuerzos denodados de una persona sencilla del pueblo por labrarse un nombre de importancia y conseguir la ciudadanía. Nos queda más lejos esta Barcelona pero siempre es interesante aprender de nuestros ancestros que al fin y al cabo han representado la base de nuestra ciudad.

Mar de fuego (Chufo Llorens - 2011) Otra Barcelona medieval dónde lo que se dilucida es la vertiente política y el dominio del poder, la ambición de los personajes y la sucesión del Conde Ramón Berenguer I.
Historia de amor y de intrigas, de celos y envidias es decir lo cotidiano de hoy como ha sido siempre...

La Ley de los Justos (Chufo Llorens - 2015) Barcelona, finales del siglo XIX. Intensa donde las haya. Un retrato de la sociedad de la época, de las diferencias sociales, la Burguesía, las costumbres, el amor y otros usos que afortunadamente ya pasaron a la historia. Incluso allende los mares, el comercio y trato así como referencias a las colonias españolas. En cuanto a Barcelona, el retrato es tan fiel que en pasajes parece que te puedas trasladar a sus calles y pasear o tomar el tranvia, oler la ciudad y ver el trajín en días de fiesta o en ocasión de eventos principales y con referencias constantes a la Exposición Universal. 

En fin, esta es sólo una pincelada de las novelas que más me han impactado en los últimos tiempos.... ahora os dejo para releer La ley de los Justos, esta vez saboreando cada párrafo y cada capítulo sin la agonía de volver otra página y otra más y la última de verdad y lo dejo hasta mañana (mentiiiiiiira, porque cuando ya todo el mundo se ha ido a dormir y sin interferencias.. eres incapaz de parar)